Blogia
POST-TREMOLINA

Lechuga

Lechuga

Hierba del género Lactuca. “Con la que –según afirma el piadoso gastrónomo Hengist Pelly- Dios se ha complacido en recompensar al hombre de bien y castigar al malvado. Porque, con su luz interior, el hombre bondadoso sabe discernir la manera de preparar un aliño (en el que conspiran multitud de condimentos sabrosos combinados y mejorados con profusión de aceite), que la hace apetitosa y logra así alegrar el espíritu del hombre de bien y que su cara resplandezca. Pero la persona sin bondad espiritual cae en la tentación del Adversario y come la lechuga sin aceite, mostaza, huevo, sal ni ajo, mojada tan sólo en un pésimo baño de vinagre contaminado de azúcar. De manera que la persona sin valores espirituales sufre retortijones de extraña complejidad y eleva al cielo sonoros cánticos estomacales”

Ambrose Bierce. “El Diccionario Del Diablo”. Circulo de Lectores / Galaxia Gutenberg 2005. The Enlarged Evil’s Dictionary. 1911

Se pueden descargar "El Diccionario del Diablo" en Inglés es la siguiente web: El Diccionario del Diablo.
Tengan encuenta lo que advierte la página:
"Since the material here represents the view of one individual and was written in the early years of this century, there will no doubt be material here that you will find sexist, nationalist, racist, or just generally offensive. Proceed at your own risk."

4 comentarios

peyino -

el recopilatorio esta hecho, la version 1.0 la tiene el sr.T
si el porno se decide a pasarme les filles que sont faites pour faire le amour saldrá la versión 2.0.
tu mismo
y el paseo gastronómico cuando usted y su jefa deseen.

lalala -

Pues la Victoria alias chupachups Beckham debe ser personaje sin bondad espiritual, porque (fuentes fidedignas)rechaza la ensalada si está aliñada...
Tiene que tener unos dolores de barriga del horror...

loveof74 -

hablando de eso, tenemos pendiente el paseo gastronómico fronterizo con el señor que dice que va a recopilar un CD de la fiesta y no lo hace

Héctor -

Básico. Yo me compré la versión inglesa, más recomendable porque algunos juegos de palabras -y hay unos cuantos- son realmente intraducibles al castellano, al menos sin que se pierda la gracia por el camino.