Lo dijo la amiga de Pascin.
Este está durmiendo. Y, cuando se despierte, sé que saldrá de la habitación y se irá. Te diré que no, que tienes que quedarte conmigo, que no tienes que dejarme sola, señor malvado. Te diré que no me acuesto así como así con un tipo para divertirme. Que no soy una mujer de esas y que las mujeres como esas no existen y que te tienes que quedar para siempre.
Vete si quieres, no me perderé nada. No te quiero. Tu barba pincha y tengo una piel muy delicada. Y, si te vas, no te diré nada. Te miraré con dureza y comprenderás lo que pienso de tu comportamiento. Malvado. Y te avergonzarás. ¿Pero qué se ha creido? Puedes irte, me da igual. No. No es verdad. Quiero que te quedes. No te conozco bien y pinchas y tengo la piel delicada, pero quédate. De todas formas, me quedaré despierta. Si me quedo despierta toda la noche, no me dejarás nunca.
Pascin. Joann Sfar. Ponent Mon. 2006.
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