le ocurrió a Fr. Rolfe
Su entrada en el Club de Bucintoro se debió a un divertido incidente provocado por su pasión por la natación y el remar "a la veneciana". Un día, al doblar con demasiada bruquedad una curva del Gran Canal, cayó por la borda con la pipa encendida en la boca. Nadó vigorosamente por debajo de la superficie y salió de pronto muy lejos de la embarcación. Su expresión era de lo más solemne y llevaba todavía la pipa en la boca. Al subir de nuevo al sandalo, golpeó tranquilamente la pipa para extraer el tabaco mojado, la cargó con tabaco seco que extrajo de su petaca de caucho, pidió lumbbre y con un simple "¡Avanti!" siguió su camino. Semejante impasibilidad dejó encantados a los espectadores venecianos(...)".
A.J.A. Symsons. En busca del barón Corvo (1934). Libros del Asteroide (2005).
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luis -