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POST-TREMOLINA

Death Cab For Cutie

<center>Death Cab For Cutie</center>

Hay cosas que solo pasan en Donosti, como que a un grupo que ha agotado taquillaje en todas sus citas europeas y españolas le reciba una sala con solo la mitad de su aforo ocupado. Y gracias a las estudiantes norteamericanas que la UPV importa cada año en mayor cantidad a la lluviosa San Sebastián, que sino aquello hubiera sido un spin-off de Los Conciertos de Radio-3.

Abrió un tal John Vanderslice recibido con algarabía por la fracción yanqui del Rock Star al soltar eso de “I’m From San Francisco” y poco más. El guitarrista venía acompañado de un batería y la cosa fue un poquito rollo, aunque mejoraba cuando se les sumaban los ritmos pregrabados y un ligero tecladillo. Y no entendí nada de su verborrea entre canción y canción.

¿Y qué tal los de Seattle?. Pues bien, ni más ni menos. Tienen media docena de canciones potentes y vibrantes, un par de tostones sostenidos sobre un piano aorizante y un fondo de catálogo de medios tiempos tan agradables como imposibles de recordar. Al concierto le pasó lo que pasa con sus discos anteriores al Transatlanticism, que cualquier distracción te saca de ellos. En la Rock Star fue un número inusitado de chicas guapas, para lo que suele ser un concierto en esta ciudad, en un continuo ir y venir por la sala las que hacían que este cronista olvidara momentáneamente que aquello también empezaba a ser un rollete.

2 comentarios

Karl Karl Bartos Bartos -

El concierto fue un tostón integral.

He dicho.

loveof74 -

uy como me ha gustado eso de los meios tiempos...:-D