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POST-TREMOLINA

NO SOLO DE INDIE VIVE EL HOMBRE

NO SOLO DE INDIE VIVE EL HOMBRE

Como complemento a la fiesta del Ondarra, la Post-Tremolina organizó unos fastos algo más privados en los que las conversaciones sobre indie canónico se intentaron desarrollar en los lugares que suelen aparecer reseñados en la sección Comer, Beber, Amar. He aquí un breve y no exhaustivo resumen de lo comido junto a posteantes de este Blog en los que por unas horas sustituimos los Platos Akiyama por los de Porcelanas Bidasoa.
1-Morgan. C/Narrica. Ya se ha hablado de él aquí. Del postre ha desaparecido la Suprema de Chocolate, pero la Espuma de Plátano con caramelo es todo un manjar.
2-Calle 31 de Agosto: Siguen siendo imprescindibles...
a) Las brochetas de gambas del bar situado entre el Gandarias y el Bikain
b) Los Hojaldres de fua con manzana de uno de los bares situados enfrente de Casa Martinez
c) El calabacín relleno de txangurro de Casa Martinez así como su pincho de bacalao.
d) Buena parte de lo que se sirve en el Bikain, sobre todo en cuanto a pintxos calientes
3-El solomillo del Gandarias hace honor a la recomendación que de él me hizo Manu Drum hace un par de semanas. Sin alardes en el acompañamiento (lo cual sirve para que el precio no se infle), pero justo en su punto. Aunque lo que me pareció increíble fué el primer plato: Unos puerros cocidos. ¡Qué buena la vinagreta con que se acompañaban!.
4-Hacía un par de años que no pisaba el restaurante del Kursaal, el del menu del día, y bueno...es una experiencia que invita a ser repetida con cierta asiduidad. Los Tortellini con almejas y daditos de tomate crudo con su sabor a cantábrico ponian las cosas difíciles al segundo plato, pero resulta que el puré de patatas que acompañaba a la merluza era tan cremoso, suave y sabroso que yo le daría la tituralidad en el nombre del plato o, porqué no, un puesto en solitario entre los primeros platos. Por desgracia no se pudo rematar la comida con la famosa torrija del señor Berasategui, agotada estaba ya cuando llegó la hora de elgir postre, y que tuve el placer de degustar hace un par de veranos, cuando aquel horror del Manifesta, en el Bodegón Alejandro.
5-Frustrado el intento de cenar en el hondarribitarra restaurante Gran Sol, y deshechada la opción de caminar hasta el Mamutzar, la cena de despedida fue en el Arraunlari, el único restaurante situado en el Paseo Butrón que merece la pena visitar. La Ensalada templada de fuá superaba a la txangurro que comí recientemente en el Koxkonta de Lesaka ya que la proporción de lechuga era la adecuada; es decir, me pusieron menos y más sabrosa. El lenguado a la parrilla me supo a gloria ya que hace mucho tiempo que he desterrado este pescado de mi dieta y solo lo consumo si lo he pescado yo mismo (o familiar cercano) o si me lo sirven en un lugar de confianza después de una malas experiencias gustativas con algunos de sus congéneres criados en piscifactoría. Si este lo era entonces es que ya han aprendido a criarlos con fundamento. Todo ello con un vino que ya creó por aquí cierta polémica; el Remelluri.

3 comentarios

loveof74 -

este era el reportaje que esperaba del día de la fiesta...:-D

tremolo man -

Kike, te veo un poco Straight Edge

Kike -

Creo que cada tres segundos se muere de hambre un niño (creo que me pasé, pero...bueno es que como para vivir y no vivo para comer, y nunca entendí la folie vasca del pecado de la gula)